jueves, julio 21, 2005
A TEMUCO LOS BOLETOS
Es mucho gustarle…
Esta fue la consigna que podría explicar la razón de la última movilización de tropas a lugares remotos. Frio día de julio el que elegimos un grupo de osados Mamonellas legítimos Lucho Meza y Alicia Manonellas y otro par por añadidura Rosaura Campusano y José Luis Meza, para iniciar una travesía hacia las tierras del sur que hoy por hoy albergan a la matriarca de la familia y a un montón más de Manonellas legítimos y por añadidura. Claramente queríamos y necesitábamos un reencunetro familiar como los de antaño, con festejo, copete, comida y hueveo, eso si, mucho hueveo.
Salimos entonces estos 4 soldados del hueveo en viaje, que de razonable tenía menos que de serio, viajamos durante cerca de 8 horas, entre chachareo, comistrajo y por cierto hueveo, para llegar a las húmedas tierras de Temuco a las 19:00 horas del día sábado. Luego de instalarnos en la casa de Eduardo y tomar la guena once, decidimos aparecernos en la casa de Arturo para saludar a la que en definitiva era la razón – seria- de tan irreflexivo viaje, la abuela. Así entonces aparecimos como buenos chilenos y más aún manonellas, sin llamar, si avisar y en patota; interesantes fueron las caras de “alegría” del Flaco y Sonia al ver semejante desfile de hueones apareciendo en su casa un día sábado – además no cualquier sábado, era justo el día del aniversario de sus 25 años de matrimonio, tema que comentaremos después en relación al problema genético del flaco, creo que es el único que ha logrado estar casado tanto tiempo….) y en adelante, luego de pasar la sorpresa y los saludos correspondientes rápidamente orientamos nuestros esfuerzos en organizar el carrete que se vendría esa misma noche y el día siguiente – día en el que partíamos de regreso a Santiago – comenzando con eliminar cualquier vestigio de copete que el flaco pudiera tener, riendo y conversando como siempre, con una buena sesión de chistes, el espacio del gueveo a las pololas nuevas (material que proporcionó mi hermano Eduardo, material que, con su respeto , debo decir que esta bien rica) finalmente a eso de las una de la mañana y habiendo quedado formalizada nuestra aparición al almuerzo del día siguiente decidimos retirarnos, no sin antes haber dejado todas y cada una de las botellas totalmente vacías.
El resto de la noche estuvo a cargo de la generación más joven quienes en honor al espíritu Manonellas, nos sacrificamos bailando por ahí en lugubres antros con mujeres que ni siquiera teníamos el gusto de conocer.
El domingo fue una resurrección de las inolvidables reuniones de antaño, de aquellos buenos cumpleaños de la abuela donde florecían los “salud por la abuelita” y donde nos solazábamos con la performance de personajes del pasado y algunos innombrables. Comimos delicioso, tomamos una vez más hasta decir basta y rematamos con una perfecta presentación de canto con guitarra y percusión a cargo del maestro Arturo Meza.
Sin duda una más de las memorables reuniones de familia, donde somos una familia perfecta, lejos de los dramas de las vida y los conflictos, claramente esto será lo que recuerde de todos ustedes y es lo que me hace quererlos infinitamente.
No puedo terminar este comentario sin agregar algunas frases para el bronce de esta travesía:
En el viaje estando recién en San Bernardo “vamos a parar a tomar desayuno no? Alicia Manonellas
“A mi me interesa tener el PUTO pasaje del PUTO tren en las PUTAS manos”: Alicia Manonellas.
“Yo voy a poner un litro y medio de costillar” Arturo Meza
“Saca la mano de ahí o si no ese hueón te la va a mear” Lucho Meza
“No come pan, pero se ha comido todo el jamón con ese sistemita” Lucho Meza
“Puta gueón, entraste desafinado” Arturo Meza
“Ahhh???” Arturo Meza
Y por supuesto en siempre bien ponderado “SALUD POR LA ABUELITA”
Bueno muchacho ahora a escribir y mandar fotos para subirlas, un abrazo para todos.
Esta fue la consigna que podría explicar la razón de la última movilización de tropas a lugares remotos. Frio día de julio el que elegimos un grupo de osados Mamonellas legítimos Lucho Meza y Alicia Manonellas y otro par por añadidura Rosaura Campusano y José Luis Meza, para iniciar una travesía hacia las tierras del sur que hoy por hoy albergan a la matriarca de la familia y a un montón más de Manonellas legítimos y por añadidura. Claramente queríamos y necesitábamos un reencunetro familiar como los de antaño, con festejo, copete, comida y hueveo, eso si, mucho hueveo.
Salimos entonces estos 4 soldados del hueveo en viaje, que de razonable tenía menos que de serio, viajamos durante cerca de 8 horas, entre chachareo, comistrajo y por cierto hueveo, para llegar a las húmedas tierras de Temuco a las 19:00 horas del día sábado. Luego de instalarnos en la casa de Eduardo y tomar la guena once, decidimos aparecernos en la casa de Arturo para saludar a la que en definitiva era la razón – seria- de tan irreflexivo viaje, la abuela. Así entonces aparecimos como buenos chilenos y más aún manonellas, sin llamar, si avisar y en patota; interesantes fueron las caras de “alegría” del Flaco y Sonia al ver semejante desfile de hueones apareciendo en su casa un día sábado – además no cualquier sábado, era justo el día del aniversario de sus 25 años de matrimonio, tema que comentaremos después en relación al problema genético del flaco, creo que es el único que ha logrado estar casado tanto tiempo….) y en adelante, luego de pasar la sorpresa y los saludos correspondientes rápidamente orientamos nuestros esfuerzos en organizar el carrete que se vendría esa misma noche y el día siguiente – día en el que partíamos de regreso a Santiago – comenzando con eliminar cualquier vestigio de copete que el flaco pudiera tener, riendo y conversando como siempre, con una buena sesión de chistes, el espacio del gueveo a las pololas nuevas (material que proporcionó mi hermano Eduardo, material que, con su respeto , debo decir que esta bien rica) finalmente a eso de las una de la mañana y habiendo quedado formalizada nuestra aparición al almuerzo del día siguiente decidimos retirarnos, no sin antes haber dejado todas y cada una de las botellas totalmente vacías.
El resto de la noche estuvo a cargo de la generación más joven quienes en honor al espíritu Manonellas, nos sacrificamos bailando por ahí en lugubres antros con mujeres que ni siquiera teníamos el gusto de conocer.
El domingo fue una resurrección de las inolvidables reuniones de antaño, de aquellos buenos cumpleaños de la abuela donde florecían los “salud por la abuelita” y donde nos solazábamos con la performance de personajes del pasado y algunos innombrables. Comimos delicioso, tomamos una vez más hasta decir basta y rematamos con una perfecta presentación de canto con guitarra y percusión a cargo del maestro Arturo Meza.
Sin duda una más de las memorables reuniones de familia, donde somos una familia perfecta, lejos de los dramas de las vida y los conflictos, claramente esto será lo que recuerde de todos ustedes y es lo que me hace quererlos infinitamente.
No puedo terminar este comentario sin agregar algunas frases para el bronce de esta travesía:
En el viaje estando recién en San Bernardo “vamos a parar a tomar desayuno no? Alicia Manonellas
“A mi me interesa tener el PUTO pasaje del PUTO tren en las PUTAS manos”: Alicia Manonellas.
“Yo voy a poner un litro y medio de costillar” Arturo Meza
“Saca la mano de ahí o si no ese hueón te la va a mear” Lucho Meza
“No come pan, pero se ha comido todo el jamón con ese sistemita” Lucho Meza
“Puta gueón, entraste desafinado” Arturo Meza
“Ahhh???” Arturo Meza
Y por supuesto en siempre bien ponderado “SALUD POR LA ABUELITA”
Bueno muchacho ahora a escribir y mandar fotos para subirlas, un abrazo para todos.
# posted by José Luis Meza @ 10:59 a. m. 
